Calidad de la cerveza alemana

Sólo lo auténtico vale

¿Por qué conocer una cervecería alemana es una de las visitas obligadas para muchos visitantes extranjeros al viajar a Alemania?

Porque la cerveza alemana es sinónimo de primera calidad. Y el motivo es básicamente que la ley de pureza alemana es conocida en todo el mundo. La cerveza alemana sólo tiene agua, lúpulo, malta, y levadura.

La ley de pureza alemana

"Cómo se debe despachar y preparar la cerveza en verano e invierno en el campo": este es el título de la ley que Guillermo IV, duque de Baviera, presentó en abril de 1516 a la asamblea bávara en Ingolstadt. Esto hace que la llamada "Ley de pureza alemana" sea una de las leyes alimentarias más antiguas del mundo que sigue siendo válida en la actualidad. Con la ley de pureza alemana se evitaba la adulteración, y se excluía sobre todo el uso de aditivos químicos o de otro tipo.

Tampoco a día de hoy la ley de pureza alemana ha perdido su carácter actual. Garantiza una protección efectiva de los consumidores, la máxima calidad y puro placer: la cerveza alemana no contiene aromas artificiales ni aditivos, sino sólo agua, lúpulo, malta y levadura.